sábado, 10 de marzo de 2012

¿PARA QUÉ VIVES?

¿Para qué vives? Seguramente debe ser para algo más que ser dependiente, funcionario, etc. Sin embargo, casi nadie sabe dar una respuesta a esta pregunta.
Existen diferentes modos de vida. Hay personas que dejan pasar su tiempo por comodidad, algunas prefieren malgastarlo y otras intentan no perder ni un segundo.
Claramente, cada una creerá que su manera de invertir su tiempo es la correcta o al menos, con la que mas disfruta.
Pues debo deciros que yo no estoy enmarcado en ninguna de esa clasificación.
Pienso que 24 horas al día son pocas, me gustaría que haya más. Creo que lo que realmente me sucede es que preciso tiempo sin tiempo, como el gran poeta Mario Benedetti.
Esto es lo que desde mi punto de vista todos necesitamos.

                                           "tiempo para mirar un árbol un farol
                                            para andar por el filo del descanso
                                            para pensar qué bien hoy es invierno
                                            para morir un poco
                                            y nacer enseguida
                                            y para darme cuenta
                                            y para darme cuerda
                                            preciso tiempo el necesario para
                                            chapotear unas horas en la vida
                                            y para investigar por qué estoy triste
                                            y acostumbrarme a mi esqueleto antiguo." (Benedetti)
AUTOR: J.Ángel.

sábado, 3 de marzo de 2012

10,20,30,40,50,...

Hay veces que en el transcurso de nuestra vida nos empeñamos en darle respuesta a una serie de preguntas que no tienen la más mínima repercusión pero que nos ayundan de forma involuntaria a incrementar la confianza en ella.
Una de estas incógnitas es el agobio y desasosiego que provoca la sensación de sentirnos solos y apartados de este mundo, el cual hace que ese desamparado sea como una insignificante mota de polvo puesta en el desván, que no espera otra cosa de sí misma que quedarse ahí durante el resto de sus días.
Esto hecho acontence normalmente cuando llega esa fecha que a muchos alegra y a otros hace poner en duda su función sobre el planeta, y con esto me refiero a cumplir a años.
La masificación de felicitaciones que te acorralan no te hacen sentirte más especial, ni esa tarta mal adornada, que lleva tantas sustancias químicas que pueden provocar que tu planteamiento sobre la vida y lo que llevas hecho en ella dure menos de lo que pensabas.
Es muy bonito festejar el día que pusiste ese llanto clamoroso en los oídos de aquellos que te rodeaban pero...¿es tan magnífico cómo parece?.
Yo creo que no, pero si mi reflexión os ha ayudado a poner en marcha eso que tenéis por “sentido común” (aunque en los días que corren no lo sea tanto) me doy por satisfecho.