¿Eres anormal?

Cada vez que pasa un año siempre pienso cómo afrontar el siguiente de una manera distinta o diferente, para que no se parezca nada al anterior; lo que no atisbo es que todos los años son iguales aunque me ocurran situaciones muy contradictorias. Sin embargo, no me doy cuenta de este hecho filosófico hasta el día en que mi mente y yo no tenemos unos momentos a solas para reflexionar y preguntarnos...¿Qué hemos echo estos años?. Seguro que más de uno a esta misteriosa incógnita que os planteo responderíais con la sencilla respuesta de: -lo normal...-.

¿Y qué es lo normal? ¿Salir de fiesta cada fin de semana hasta que tu cerebro no sepa ni al garito de mala  muerte al que ha ido? ¿Sacarte una carrera? ¿Casarte? ¿Tener una hipoteca?.

Todos cuando somos niños tenemos sueños que poco a poco se van consumiendo como una cerilla ahogada por la llama, la cual, un día un ser humano dió vida, y con ésto, no quiero hacer referencia a mis sueños infantiles frustrados sino a la imagen que tenemos (y que nos dan) de el camino que debemos seguir, de “ lo normal” que nos ponen el esfuerzo que hay que hacer para tener una casa digna, un coche, un perro, una bonita estampa navideña que decore el hábitad social al que estamos acostumbrados. Como colofón sólo quiero deciros que no hace falta ser “ uno más” para empezar a ser alguien, tampoco la intención de estas palabras es que os volvais las personas más bohemias e insociables del planeta sino que en vuestras pequeñas mentes llenas de ideas y de ilusiones contéis el mayor número de veces con el comodín que muchas veces nos hace sentir diferentes... la personalidad.

"Los satisfechos, los felices, no aman; se duermen en la costumbre." (Miguel de Unamuno)

Autor: Álvaro C.